El martes Carlos, el hombre que brilla en la oscuridad, Juan y yo decidimos hacer el recorrido de la Prehistórica de este año. Eso sí, dos días más tarde de la fecha oficial de la pedalada. Y es lo que tiene nuestro curro, que nos vamos al bosque y no nos cruzamos ni con elfos ni duendes ni gnomos...mejor así.
A las 8.40 llega el tren de Carlos y Juan a Granollers y yo ya les estoy esperando. Por el PR-C 36 nos dirigimos por Valldoriolf hacia La Roca. Camino conocido y una aproximación que nos gusta. Llegamos a Can Ribes y allí ya enlazamos con la Prehist, así que pista hacia Can Forns. Pedaleamos entre campos abonados y la visión de la prisión de Can Brians, giro a la izquierda y llegamos a Can Congostell donde disfrutamos del olor del Vallès rural. Humm qué bien huele el estiércol de vaca. En fin, seguimos pedaleando y enseguida llegamos a Can Solei, otra granja bovina. El track es nítido y nos toca pasar por dentro de la propiedad de la granja cosa que no nos gusta. Lo importante es que aquí empieza una subida calientapiernas, el zig zag de Can Solei es lo que se necesita para una pedalada, que se estire el grupo y luego el acceso a los senderos sea en fila sin aglomeraciones. Pero nosotros somos tres. Como siempre, voy el último. No importa, el pinar de Can Solei es cada vez más bonito. Y de repente: Ein? si esto es de nuevo el PR-C 36! zona conocida. Un atajo y llegamos a una pista que llanea. En un par de minutos estamos en la Pedra de l´Oreneta.
¿a que la tengo grande?
Llegamos a la urmanización Bosc d´en Ruscalleda y Juan y Carlos recuerdan los senderos por los que pasaron el otro día haciendo La Cabrilenca. De hecho nos metemos en uno de esos senderos pero en sentido contrario al que ellos hicieron el otro día. Llegamos a la pista que sube a Céllecs desde la Roca y para arriba. Desde ahí, a la izquierda aparece un sendero que nos ha de conducir por una trialera a Can Tarascó. Ya pasamos por aquí hace tiempo. Ah, sorpresa, el gepe y las señales que todavía quedan de la pedalada nos dice que a la izquierda. A partir de este punto, no hacemos otra cosa que enlazar un sendero con otro, que es lo que tiene mi querido Turó de Céllecs. En un ensanche soleado nos paramos a comer unas barritas y cuando ya queremos continuar empieza la bajada. El punto de descanso ha sido intuitivo pero muy acertado. Empezamos a bajar y nos plantamos a pocos metros de Sant Bartomeu de Cabanyes. Y ahí, volvemos al PR y bajamos por el sendero de los dolmenes. Personalmente he de decir que aquí lo pasé mal. Fui bajando, pero cada vez con más miedo, notaba que la bici se me descontrolaba, así que siendo prudente, me bajé de la bici en más de un tramo. No sé, supongo que del verano a esta parte apenas hemos hecho trialeras y todavía llevo el miedo de la caída en la Pedals. De nuevo pista y giro cerrado a la derecha para seguir el sendero de la Curva de Susto o Muerte. Más que un sendero es una rodada por una gran pendiente entre un montón de brezos cabrones (que ya sabéis que no me gustan nada. Juan baja disfrutando un montón y recordándole a Carlos que en la Cabrilenca también pasaron por ahí. Carlos duda y se baja en más de una ocasión. Excusa perfecta para mí, así que también me bajo. Por fin, llegamos a la Curva y directos a la riera de Sant Bartomeu. Uno de los puntos más bonitos de la ruta por motivos paisajísticos.
Soy egocéntrico, hago yo la crónica y cuelgo una foto mía.
Sendereamos, cruzamos la carretera, llegamos al Bosc de les Pedres de Can Vidalet y por la Serra d´Ameia nos dirigimos al Coll de Parpers. Antes de llegar en una explanada soleada, comemos. Ya queda poco para acabar y llegar comido al tren y a casa siempre es de agradecer. De Parpers, por el GR92 nos dirigimos a Can Fonrs. A nivel personal creo que este sendero es lo mejor de toda la ruta. Divertido. Bonito. Llegamos al Torrent de Bracons y aquí si encontramos durante un par de kilómetros un paisaje de bosque de ribera delicioso. Hey, bonito y rápido así que:
Hey Juan, sabes que es esto? estamos cerca de Can Rafel, te acuerdas del hielo que había la primera vez que pasamos, buf qué frío. En realidad esta masía se llama Can Companys de Dalt y espero no olvidarme ya del nombre porque como digo este bosque de ribera es precioso.
Ahora cruzamos la carretera y...el sendero más friki de la ruta. Se notaba que lo habían abierto para la pedalada, no sé si antes era más ancho, pero ahora entre brezos y una robledal espesísimo con robles muy jóvenes se nos hace difícil pasar por algunos puntos de lo estrecho que es. Acabamos este sendero y ya llegamos a los kilómetros basura de la pedalada. Por un lado, la llegada al pueblo por pista ancha y llana, y por otro, en nuestro caso, hemos de iniciar la pedalada, también por pista ancha y llana hasta Can Ribes. Volvemos por Valldoriolf hacia Granollers y, y ya está.
Me ha gustado como han compensado las pistas con los senderos. Pistas para subir, Can Solei y Bosc de Céllecs, y senderos para pedalear, Turó de Céllecs, sendero de los Dólmenes hasta Can Vidalet, bajada de Can Forns y por último el sendero final de Mallols.
Sin haber llegado al pajarón que me dió el otro día, si que tanto senderear (al menos con respecto las rutas anteriores de este otoño) me ha resultado más duro que de costumbre.
Descárgate el track, la imagen de la ruta sobre el mapa o la gráfica.
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