sábado, 30 de octubre de 2010

De SantaCo al Corredor

Si el otro día estuvimos en el Montnegre hoy tocaba la Marina y el Corredor. Aunque parezca mentira, como los fines de semana es más difícil coincidir entre nosotros, he decidido salir a rodar un poco yo solo. La ruta elegida ha sido de casa al Corredor siguiendo el GR-92, ya sabéis, Mortirolo, Nou Pins, la Cornisa, etc... Como ruta ninguna novedad pero hoy he visto una cosa curiosísima, en la zona de Can Bordoi me he encontrado por lo menos a 40 freeriders, subiendo en furgos, e incluso en un camión de esos que llevan bañera para transportar áridos, iban por lo menos 20 dentro del camión, sentados en el borde del remolque con las bicis en el centro, hubierais flipao!!! La cuestión es que al llegar a Can Bordoi me ha visitado el señor del mazo, y me ha dado un bajón que he llegado al Corredor de puro milagro, y con unos desarrollos ínfimos, incluso en plano iba con el plato pequeño, no me daban más las piernas. Para más inri me he perdido bajando, quería bajar a Arenys y he acabado en Vallgorguina, la pista muy bonita pero no la he podido disfrutar de lo que me dolían las piernas, incluso bajando. Además estaba acojonao por si había alguna subida, en ese caso hubiera echado pie a tierra, no podía más, pero he tenido suerte y todo era bajada. Una vez en Vallgorguina, carretera hasta Sant Celoni. En total 62 km que me han costado una barbaridad, desde luego no estoy en forma, aún me queda sufrir mucho

miércoles, 27 de octubre de 2010

Que bonico está el Montnegre en la "tardó"!



¡Y es que el Montnegre tiene argo espesiá!
En esta ocasión, nos unimos cinco bikers (seis, según Marcelo, que con ese sentido del humor que le caracteriza, decidió que mis posaderas contaban como dos entidades independientes). Concretando, en total eramos: Iván el Terrible, Humphrey alias "Jamfri", Macariete, Verdejín, glúteo Güell 1 y glúteo Güell 2... así que, haced las cuentas vuzotros mismos!

Partiendo de Sant Celoni, subimos por Bomberos hasta San Martí de Montnegre. Yo empecé muy alegre, ignorando que mi cuerpo serrano no estaba para estas lides tras un veranito de cerveza y barbacoas. Desde Sant Martí, la subida que te lleva a la ermita de Santa María tiene su historia. Sinceramente yo, con este "aperitivo", ya tenía bastante. Pero claro, eso de salir en bici con jóvenes sanos, fuertes y hermosos es lo que tiene: hay que seguirles el ritmo como buenamente puedas.

Pequeño apunte melancólico: el árbol milenario caído junto a la ermita de Santa María. Una lástima. Le dedicamos un minuto de silencio y una barrita. Por lo menos ahora puedo subirme en él. Y es que hay que verle siempre el lado positivo a las cosas, como decían los Python.

Nos dirijimos hasta el coll de Can Benet donde Mac sufre una avería: un pedrolo del camino se ha ensañado con el plato grande de su bici. Por suerte, al tratarse de Mac, esta avería carece de importancia. De todos es sabido que el plato grande de la bici de Mac tiene una utilidad meramente decorativa. Si algún día descubriera que ese plato es con el que se va más rápido, probablemente arremetería contra él del mismo modo que hizo la piedra del camino solo para evitar tentaciones. Juan egerció de chapuzas "mani-manitas" y decidió que "lo que el pedrolo rompió, el pedrolo arreglará" y con un par de clancs y pums, Mac ya estaba listo para rodar otra vez.

Ahora tocaba la bajada de Fuirosos. Aquí el amigo "Jamfri" nos demostró sus progresos. Tranquiliza saber que los tropecientos mil euros que se ha gastado en ese peaso pepino de bici le han servido para que no se caiga cada vez que se cruza con una ramita. Mac y yo, en cambio, bajamos a nuestro aire estilo "paseando a Miss Daisy". Esta vez no hubo muchos calcetines mojados: los charcos estaban a un nivel discretito.

Emprendimos la subida a Sant Martí de Montnegre. Yo ya iba petao petao petao. Pero llegué, como un hombre. Comimos a las puertas de la ermita y aproveché para dedicarle un cigarro a Iván alias "el-tabaco-es-peor-que-pegarle-a-un-padre". Yo encendí el cigarro, pero temo que el me encendiera unas velas negras al llegar a su casa.

Tras el papeo, hacia el coll de can Poliva (se llama así ¿no?) y de ahí, todo bajada hasta la zona bucólico pastoril que he bautizado como la fageda d´en Jordà del Montnegre. No tiene nada que ver con la auténtica pero es bonica, oyes. A lo mejor me llevo este finde a mis churumbeles a hacer una excursión.

Eso fue todo amigos. A mi me salieron 45 Kilómetros y principio de almorranas. Pienso que ha sido una buena salida y una mala entrada (en el blog) por mi parte. Lo cierto es que he desvariado un poco (que es, por otra parte, lo que mejor sé hacer) . Es por ello que os envío un link de un tío que se toma las cosas en serio y que describe de una manera infinitamente mejor que la mía, las zonas por las que hemos rodado. Lo tenéis aquí.

Sí, claro: el tío se explica muy bien ¡Pero seguro que no es tan cachondo como yo!

jueves, 21 de octubre de 2010

Variando una pequeña clásica







Este año se presenta bien, ya que el Humphrey y el Masías tienen el mismo turno de descanso que el Tío Serpientes y yo mismo, el Gato Volador. El señor G (de los Fradera de toda la vida) tiene el mejor turno de todos nosotros, pero esa, amigos es otra historia.

Miércoles 20 y jueves 21 hemos pedaleado los arriba nombrados con la notoria ausencia del señor G, por la vía verde de Olot. Pero con una pequeña variante: en vez de llegar a Girona y de allí a Sant Feliu de Guixols, en Amer nos desviamos al pantano de Susqueda, luego Sau y de allí a Vic.

Ayer miércoles, la Renfe, haciendo honor a su mala fama nos descarga con media hora de retraso en Ripoll. Joer, qué atontaos estamos, qué frío!! Empezamos a pedalear en Ripoll "disfrutando" de la primera helada del año. Claro el contraste entre el clima suave de BCN y el otoño pirenaico nos hace plantearnos hasta qué grado llega nuestra estupidez.
En Sant Joan aparece el sol y el frío ya no es tanto. Subimos por el tranquilo Coll de Santigosa hasta sus 1064 metros mientras yo hago de las mías y me voy quedando rezadado. Unas fotos y a bajar por por Santa Llúcia hasta la Vall de Bianya.


Realmente somos estúpidos. Cuánto barro!! Pero algunas risas también cayeron, que es, en el fondo de lo que se trataba.


Ciertamente tampoco había la cantidad de barro que había la primera vez que se hizo la ruta con los primos del pelotón de los torpes. Según cuenta la leyenda, la cantidad de barro de aquél día, fue tal que hasta los alfareros celebravan procesiones de agradecimiento en medio del bosque. O al menos, eso dice la leyenda, pero no sé yo...

En la Vall de Bianya empezamos a tirar y así que pasamos Llocalou, decidimos comer, preguntamos, y volvemos un poquito hacia atrás y en Ca la Nàsia un menú de 11 eurilios nos hace más que un apaño.
Buf, pedalear después de comer. Pero no queda otra, nos queda más o menos la mitad de la ruta del día y hay que llegar a Amer a dormir. Cruzamos Olot, luego Les Preses y ya deseando pasar de largo Sant Feliu de Pallerols y Les Planes d´Hostoles, para llegar a Amer. Y es que a estas alturas las piernas van un poco cansadas, pero el culo ya duele.

Por fin, kilómetro 30 de la vía verde entre Olot y Girona. Aquí empieza el municipio de Amer, pero aún quedan cinco kilómetros hasta el pueblo.
Llegamos a la Fonda Giralt, que ya conocemos de otras veces, ducha, llamadas a las respectivas, compras de chocolate, plátanos y agua, y a cenar. Como ya es típico en nosotros, escudella!! y como es típico de la Fonda, nos dejan repetir. Tres platos cada uno. Toma ya, vida sana y dieta equilibrada!! Los niños se quedan viendo el fungol y yo me quedo sobao. Soy un abuelo, què hi farem.

Hoy jueves, el día ha salido bastante más cálido y bastante menos nuboso. Cojonudo. Enseguida cogemos al carretera que nos lleva a Sant Miquel de Maifrén y a la presa. Para empezar son 15 kilómetros sin ninguna subida; buen inicio. Fotillos en la presa y por la pista lateral (que hasta el desvío del Santuari del Coll es asfaltada) iniciamos ese ascenso progresivo suave hasta Sau. Son casi 20 kilómetros que disfrutamos mucho, por el paisaje (Susqueda está a 100% y da gusto ver tanto verde), como por la tranquilidad, como por lo progreesivo, y lo festivo, pues en un momento dado, el Masías, el Humphrey y el Tío Serpientes se paran a coger castañas y yo lento como soy no me puedo permitir ese lujo así que inicio una "escapada". Durante unos diez kilómetros, voy en cabeza y en solitario. Hasta la rampa hormigonada de subida a Sau. Allí, los cabrones estos me superan y me dejan atrás. Decidimos ir a comer a Vilanova de Sau y allí nos dirigimos a El Canari. Gran restaurante par un día así. Somos casi los únicos clientes y nos inflamos a cuina catalana de temporada (bolets!!). Joer, está delicioso, desde el bacalao con confitura de tomate hasta el cochinillo (además de la ensalada con setas y le ternera con setas, y los canelones con setas- os había dicho que es temporada de setas?). De allí, por la pista paralela al pantano de Sau en dirección Sant Pere Casserres, para coger la carretes de Fussimanya, Tavèrnoles y llegando a Vic desviarnos a Folgueroles, por granjas y por último el pont d´en Bruguer, precioso. Entrando en Vic, nos separamos, pero los susodichos, aún tuvieron tiempo de visitar la plaça de Vic. Turistas ellos.

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