De cara a afinar para nuestro reto pirenaico hoy me había planteado una salida por el Montseny, y la idea era repetir la ruta que hice el año pasado, que consiste en subir de Cardedeu al Pla de la Calma, pasando por el pantano de Vallfornés. Bajar por el Tagamanent hasta Aiguafreda y subir de nuevo hasta el Pla de la Calma, pero en lugar de subir por la finca El Pujol, subiendo por Sant Cebrià de Mora, una pista que descubrí en octubre con Marcel y por último bajar por el pantano de nuevo a Cardedeu. La subida del pantano ya la conocemos todos, y para el que no la conozca el resumen es: 10km con 1000m+ sin descanso, que he hecho de un tirón, sin pararme a descansar en el Mas de Vallfornès, como siempre había hecho hasta ahora. La zona del Pla de la Calma es una planicie relativa, ya que esta llena de toboganes, pero no presenta mucha complicación. La bajada por el Tagamanent es muy sencilla, primero por pista asfaltada, que deberemos abandonar para no acabar en el Figaró, y después por unas rampas, casi todas de bajadas hasta la riera de l'Avençó. Una vez en Aiguafreda se remonta por el otro margen de la riera hasta el desvío de Sant Cebrià, que no esta indicado en ningún sitio, bendito GPS. Esta ascensión es de características similares a la primera, aunque un pelín más suave, pero la fatiga acumulada la hace también dura, son 15km con 900m+. Una vez en el Pla de la Calma ya solo queda la bajada por Vallfornès hasta Cardedeu. Pero mientras iba bajando casi en el final, junto al pantano, hay una zona que llanea y me sentía muy bien pedaleando, así que iba cogiendo cuerpo la "fantasía" de acercarme a Barcelona todo lo que aguantaran mis piernas, y en el punto en que tenia que decidir si ir hacia la Renfe de Cardedeu o seguir pedaleando, con 65km y 2200m+, opté por la segunda opción. Como ya había hecho este mismo camino en 2010 y todavía me acordaba ligeramente iba relativamente tranquilo, sabia que podía abandonar en cualquier momento. Crucé los campos de Cardedeu con sus toboganes, hasta el municipio de La Roca, seguí el curso del río Mogent hasta la Urbanización Les Roquetes, ascendiendo por el Pr, primero por las duras rampas de asfalto y después por la pista que va paralela a los dolmenes y que más de una vez hemos subido cuando vamos a la zona de Céllecs, hasta la Ermita de Sant Bartomeu de Cabanyes. De ahí se sigue el GR-92, con un falso llano hasta el Dolmen de la Roca d'en Toni, se desciendo rápidamente y hasta la Creu de Can Boquet y se inicia la ascensión a Sant Mateu. Una vez en el mirador viendo ya el Mortirolo en el horizonte decido poner fin a mi aventura y acabar en Montornés, para visitar a mi familia, y es que ya llevo mucha guerra encima y prefiero no arriesgarme a subir las durísimas rampas del Coll de la Font de Cera. Así que inicio es descenso por la Carretera de la Cornisa, tomo el desvío de la Font de Can Gurguí y bajo hasta Vallromanes, cruzo el golf y subo hasta Montornès donde por fin acaba esta ruta, con 103km y 2862m+.
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