
Después de ver unas imágenes por televisión de cómo caía últimamente el agua en Sant Miquel del Fai el Niño de los Desgarros, el Tío Serpientes y yo mismo, el Gato Volador nos hemos acercado al territorio del Toisarás para que desde su pueblo, Lliçà de Vall nos llevase de ida y vuelta a Sant Miquel.


A las 09.00 iniciamos el pedaleo. Ruta casi plana y por lo tanto muy rápida. Hasta el kilómetro veinte no ha habido subida, para luego encarar las "escaleras del santuario", que evidentemente no eran ciclables. Almorzamos, y empezamos a bajar por carretera hasta Sant Feliu de Codines. De allí, por urbanizaciones y pistas que enlazan una urbanización con otra estamos a punto de llegar a Lliçà. A sugerencia del Niño de los Desgarros decidimos no alargar demasiado la salida, así que en una hora más disfrutamos de lo mejor de la ruta los bosques y senderos de la zona de Palaudàries. Senderos de subida y bajada, sencillos pero entretenidos y divertidos. A las 13.45 en el coche y para casa.
Tres de los protagonistas de esta historia, el Gato, el Toisarás y el Niño de los Desgarros.

Ya es primavera en MortiroloBtt

2 comentarios:
esas escaleras las tenemos que bajar
Dí que sí, Serpientes, esas escaleras las tenemos que bajar!!
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