martes, 23 de junio de 2009

La Vía de la Plata



Aquí empieza todo:

Sábado, 16 de mayo:

A las 22:00 subimos al tren con destino Sevilla y empiezan nuestros problemas, las bicis no caben en el tren, así que a desmontar las alforjas y la rueda delantera. Y aun así tuvimos suerte porque Marcel le dijo al interventor una verdad a medias: "somos compañeros, yo también soy maquinista" y el señor nos dejo un camarote doble para guardar las bicis, así no las tuvimos que meter en nuestro camarote, en fin, una odisea.

Domingo, 17 mayo: Sevilla-Castilblanco de los Arroyos (39.8km).

La primera etapa empieza por una breve visita a Sevilla, preciosa. Igual q todas las capitales, vale la pena pasar un finde en ellas. Cuando pasas Santiponce te encuentras con el arroyo Molinos, se ve muy profundo y no hay alternativa, así que lo mejor es pasarlo por el centro muy despacito, el firme es de cemento así que no te arriesgas a quedarte varado. Justo después del arroyo sufrimos el fenómeno mas extraño de la ruta, Marcel pinchó, la primera cámara que cambiamos se volvió a pinchar, la segunda explotó mientras los tres mirábamos la rueda con cara de estúpidos con un pitido en los oídos y a la tercera fue la vencida. Salimos hacia Guillena, donde comemos en el bar Poli, justo al lado del las instalaciones deportivas del pueblo, donde también esta el albergue. Y de ahí hacia Castilblanco de los Arroyos, por una pista durísima con subidas con piedras de punta que rajaron los flancos de mis cubiertas, que han aguantado con dos cojones hasta Santiago, porque son las cubiertas de Juan Verdejo. El albergue de Castilblanco es muy básico, literas con colchonetas, dos baños y una terraza.

Lunes, 18 mayo: Castilblanco de los Arroyos-Fuente de Cantos (86.5km).

Esta etapa es mucho más bonita que la de ayer y también más dura por nuestra mala cabeza. Empezamos por carretera para meternos en la Finca Los Berrocales, preciosa, con encinas, olivos y una de las zonas donde hemos arrastrado las bicis, el Cerro del Calvario, inciclable de todas todas. Y complicada bajada a Almadén de la Plata que al igual que la subida, hicimos andando. Salimos por carretera hasta El Real de la Jara, donde comimos en el Mesón, que cuenta con un personajillo emblemático de la ruta, el pequeño Pablo, un niño muy simpático! Y de ahí hasta Fuente de Cantos, donde está uno de los mejores albergues de la ruta. Un convento remodelado, con habitaciones pequeñas y unas instalaciones completamente nuevas. Con sabanas en las camas y una pulcritud en la limpieza que da gusto (12€). Esa noche nos encontramos a nuestro amigo Sebas que nos acompaño durante casi todo el camino.

Martes, 19 mayo: Fuente de Cantos-Mérida (90km).

Ya somos 4 mosqueteros. Hay poco que destacar de la etapa de hoy, todos son llanuras extremeñas. Comimos en la plaza central de Villafranca de los Barros, muy bien por cierto. Y de ahí hasta Torremejía a ritmo de maricón el último. Hasta Mérida ya fuimos más tranquilos, pero el portabultos de Sebas no soporto la presión y se rompió, pero con un par de abrazaderas, algo se pudo hacer y llegamos sin problemas. Eso también era un toque de atención para mí, pues mi sistema de fijación al cuadro era "artesanal". Después de visitar el albergue de Mérida salimos despavoridos, parecía un campo de concentración, y como era el cumple de Carlos el decidía donde dormíamos, jajaja. Y decidió dormir en un hostal que Marcel conocía, el Hostal Senero. Después de la ducha paseito por la ciudad, que vale mucho la pena, y cena en un italiano llamado Galileo en el que nos hartamos de comer.

Miércoles, 20 mayo: Mérida-Casar de Cáceres (91km).

Después de salir de Mérida por debajo del espectacular acueducto, subimos al Embalse de
Proserpina creado por los romanos. Carlos hizo una gran amigo en el restaurante "Las Ventas" donde además de tener poca variedad, la calidad y el trato deja mucho que desear, así que más vale parar antes o después de Aldea del Cano, porque sino tendréis que comer allí. Antes de llegar a Valdesalor pasamos por un curioso aeródromo. Y visitamos fugazmente Cáceres donde Marcel nos obsequió con otra de sus anécdotas, en un parque completamente vacío se empeño en poner la bici justo encima de un pobre indigente, casi nos morimos de risa, pobre hombre!!! Acabamos en Casar de Cáceres, en un albergue un poco... no se. Tenia cocina, comedor, secadora, pero estaba muy mal diseñado, las puertas de los servicios y de las duchas practica mente tocaban las camas al abrirlas, y al ser dos salas grandes de literas unos despertábamos a otros. Según nos explicaron otros peregrinos el albergue turístico de Cáceres era muchísimo mejor, así que la elección fue equivocada. Y más contando que Casar no tiene nada que visitar. Y que la etapa del día siguiente iba a ser "corta". La cena fue en el restaurante Majuca, donde nos trataron estupendamente y cenamos aun mejor.

Jueves, 21 mayo: Casar de Cáceres-Carcaboso (73km).

La etapa empieza con la ascensión al embalse de Alcántara y el puerto de los Castaños, y desgraciadamente con una confusión que nos tiene dando vueltas por Ríolobos hasta llegar a Galisteo. Un pueblo con unas magnificas murallas, a los pies de las cuales comimos y nos despedimos de Sebas con un "hasta pronto", pues él debía avanzar para llegar antes a Salamanca. Por la tarde tuvimos una etapa tranquila, a las 16:30 ya estábamos en Carcaboso, en la pensión de la señora Elena, conocidísima en la Vía de la Plata. Lavamos toda la ropa aprovechando el sol abrasador y descansamos para el día siguiente. La cena fue en un bar justo al lado del hostal, de donde salimos satisfechos por el menú y el trato.

Viernes, 22 mayo: Carcaboso-Fuenterrobles de Salvatierra (85km).

El inicio de la etapa es precioso, transcurre entre unos encinares espectaculares, se atraviesa Cáparra con su arco y continuamos por carretera hasta Baños de Fuentemayor. Comimos en el Hostal Alegría, un menú poco variado pero de calidad. Justo después de comer atacamos el puerto de Béjar que no es tanto como Marcel me había hecho temer. La bajada es divertidísima, un poco peligrosa para las alforjas. El camino hasta Fuenterrobles alterna llaneos y subidas, una de ellas de arrastrar la bici, justo antes de La Calzada de Béjar. Un final de etapa pesadísimo para mí. Esa noche dormimos en el albergue que gestiona el párroco Blas Rodríguez, que ha empleado muchas horas de trabajo en su mantenimiento y ampliación.

Sábado, 23 mayo: Fuenterrobles de Salvatierra-Villanueva de Campean (103km).

La etapa es fea y mal señalizada, además te obliga a desviarte del camino original. La entrada a Salamanca la hacemos por un descampado fangoso con rodadas de tractores. Lo mejor sin duda es la ciudad de Salamanca, preciosa, pero la visita es fugaz, hemos de continuar. La salida de Salamanca se hace por la N-630, que en esa zona va cargadísima de tráfico. Pero en Calzada de Valdunciel, pueblo falangista en el que todavía se puede ver una fuente que lo recuerda, continuamos por una pista que era un barrizal, con continuos toboganes, paralela a la nueva autovía hasta El Cubo de la Tierra del Vino. Pasada esta población continuamos al lado de las vías del tren, ya inutilizadas, durante unos pocos km por unas llanuras que nos llevan hasta Villanueva, donde a mi juicio esta el mejor albergue en el que hemos dormido en toda la ruta.


Domingo 24 mayo: Villanueva de Campean-Rionegro de Puente (105km).


A los 30 km aprox de la salida llegamos a la ciudad que mas me ha gustado de toda la ruta, Zamora. Es "un pueblo grande" en el que se respira un ambiente de intimidad entre sus vecinos. El puente de piedra, las murallas del castillo, el Palacio Episcopal, la Plaza Mayor... es una maravilla que tampoco nos entretenemos en mirar, el día será largo. Seguimos hacia Granja de Moruela donde abandonamos la Vía de la Plata y continuamos por la Ruta Mozárabe. Empieza lo que a partir de hoy será la tónica habitual, carretera y carretera. Llegamos a Tábara y comemos en el Mesón Galicia, donde Sebas nos dio alcance con una etapa matinal de 120km. Por la tarde devoramos 40km más por carretera y llegamos a Rionegro. El albergue es un edificio reformado con las instalaciones modernas, que cuenta con dos habitaciones enormes, cocina equipada con lavadora, que todos utilizamos. La única pega es la falta de limpieza en la ropa de cama. Cenamos en el bar Palacio, un menú normal, y unos bocadillos al día siguiente que no se los salta un torero.


Lunes 25 mayo: Rionegro-A Gudiña (95km).


La climatología hoy no esta de nuestra parte, antes de llegar a la Puebla de Sanabria empieza a llover. Pero no nos impide visitar el pueblo. Uno de los más bonitos de la ruta. Queda en lo alto de la montaña rodeado de una muralla en perfecto en perfecto estado y absolutamente todas las construcciones del interior realizadas en piedra. Salvando las distancias me recordaba a Alcázar. Ahora viene lo bueno, la subida al Padornelo es larga, con la lluvia y el viento minándonos la moral, pero poco a poco se va avanzando y llegamos a lo alto del puerto. Como estamos empapadísimos decidimos comer en el restaurante Padornelo. Después de la comida nos queda otro puerto. El puerto de Camas es más suave, pero se debe ir con cuidado, porque si decides ir por la antigua nacional es durísimo. Después del puerto se llanean unos pocos Km y llegamos a nuestro primer albergue gallego, en A Gudiña. El albergue es como todos los de la Xunta, un edificio grande, de construcción moderna con una única habitación grande. Lo peor es que después de estar lloviéndonos todo el día, no había agua caliente y no nos pudimos quitar el frío de los huesos.


Martes 26 mayo: A Gudiña-Ourense (115km).


La ruta empieza en un senderito que no nos permite avanzar, así que decidimos seguir por carretera. Poco a poco vamos adentrándonos en pequeñas aldeas por las que llegamos al embalse Das Portas, con unas vistas magnificas. Seguimos con la bajada hasta Campobecerros y la subida a Porto Camba, que nos esconde una sorpresa. La bajada a Laza es entretenidísima. De laza subimos el puerto mas duro de toda la ruta para llegar a Albergueria. Bajamos rápidamente hasta Villar de Barrio para comer, y seguimos tranquilamente hasta el albergue de Ourense, que queda en la parte alta del pueblo, al lado del cementerio. La descripción del albergue es la misma que la de A Gudiña, grande, moderno, pero con una diferencia, esta muy limpio. Antes de cenar en un restaurante de la cadena “Tagliatella” visitamos la ciudad, la más fea en mi opinión. No creo que vuelva.


Miércoles 27 mayo: Ourense-Silleda (75km).


Empezamos el día buscando la RENFE para comprar los billetes de vuelta, pero nos llevamos un chasco, en los nuevos trenes no se puede transportar bicicletas, así que decidimos no arriesgarnos. Salimos del hoyo de Ourense e intentamos seguir el camino original pero siendo calzada romana era imposible, y decidimos seguir por carretera. Destacar que en la salida de Ourense vimos a la mujer más buenorra del mundo!!! Pasamos la población de Cea, famosa por su pan y a la hora de comer estamos en Castro Dozón. Comemos en un bar de carretera con muchos camiones en la puerta, buena señal. La comida muy buena, pero la clientela daba miedo, parecía el comedor de una cárcel. En el restaurante conocimos otro bicigrino: el “Señora!!!” que después de hacer un km con nosotros por la calzada romana huyó despavorido por la nacional en el primer descuido, y sin despedirse. Por la tarde la etapa es corta, 25 km y estamos en Silleda. Cenamos y dormimos nosotros y el “Señora!!!” en el Hostal Conde-Rey, muy limpio y tranquilo, vale la pena. Una de las noches que mejor hemos descansado, no sabéis lo que se agradece dejar el saco en las alforjas y dormir en sabanas limpias. Antes de cenar debíamos solucionar el tema de la vuelta, y la mejor opción entre el tren y el avión, era la segunda. Y si nos desplazábamos al aeropuerto de A Coruña el precio era más económico y el horario era infinitamente mejor. Llegar a las 22h a BCN era súper práctico, podíamos volver a casa en tren. Y el transporte de la bici lo solucionaríamos en Santiago. Durante la cena nos llevamos otra gran alegría, el Barça gana la Champions. Imaginad, tres culés en la Vía de la Plata, viendo la final deseada, a 30km de Santiago. Dormimos como reyes.


Jueves 28 mayo: Silleda-Santiago (35km).


Partimos sabiendo que estamos a tocar de Santiago, y prácticamente todo es bajada. Empezamos por carretera y el final, la ascensión a Santiago, es por pista. Entramos a la ciudad y nos dirigimos hacia la plaza de La Catedral. Después del esfuerzo, llegar ahí produce una sensación especial. Plenitud por haber completado el reto y vacío, porque se ha acabado la aventura. Nos dirigimos a la oficina del peregrino para recoger la Compostela. Y después de preguntar en un par de empresas de envío de paquetes, decidimos enviar las bicis con MRW, que tiene un precio atractivo (65€) con alforjas incluidas. Así te olvidas de las bicis hasta que llegas a BCN y al día siguiente la tienes en casa. Ya solo nos queda comer, despedirnos con mucha pena de Sebas y coger el tren dirección a A Coruña y el bus al aeropuerto.


Podéis ver las fotos en: http://picasaweb.google.es/mortirolobtt/ViaDeLaPlata2009#

2 comentarios:

Jordi Evans dijo...

Ei penya com anem?
Sóc el carles, espero que no només em recordeu per les meves sinfonies nocturnes, jo em quedo amb la versió del Humphrey del "che sera"
El blog molt guapo.
Una abraçada a tots de part del Peni's team

Tio Serpientes dijo...

D'aqui a poc vosaltres tambe formareu part del blog!!! Desitjo que us agradi.
JUAN