
A pesar de que aún quedan unos días para la navidad, las condiciones climatológicas nos van a impedir disfrutar de nuestras bicis, así que ya puedo felicitaros las fiestas.





Después de veranear durante años en esta población costera y ver el Garraf desde tan cerca, un día Mac y yo nos aventuramos a hacer una ruta desde Vilanova y la Geltrú hasta el pantano del Foix. Era nuestra primera incursión en este parque y fue un poco extraña pues no teníamos GPS. Así que nos perdimos varias veces, aunque al final hicimos la ruta. Pues la cuestión es que he encontrado un compañero bttero que tiene un blog parecido al nuestro y reside en Cubelles, así que me he descargado un track suyo y aprovechando que he pasado el finde allí he hecho una ruta en la zona. La ruta sale de Cubelles por la carretera a Mas Trader, se sube al Corral del Roc entre pistas asfaltadas, de tierra y algún sendero de piedras complicadillo de subir. Se continúa subiendo hasta el Pla de las Palmeres, desde donde se desciende, primero por un sendero muy divertido y después por pista hasta Torrelletes. Seguimos principalmente por senderos hasta Castellet, donde encontramos una fortificación, y la Ermita de Sant Pere, además de unas preciosas vistas al pantano del Foix. Continuamos por el GR-92 en dirección a l'Arborç pero lo dejamos para seguir una pista en dirección a la carretera que va de l'Arboç a Castellet, donde después de cruzarla seguimos un sendero estrecho que va hasta la carretera que va de Clariana a Castellet. Para seguir por una riera hasta Jardins de Cunit, desde donde por calles y carreteras pequeñas llegamos a la térmica de Cubelles y al punto final de la ruta. Puedes descargar el track, el mapa y la gráfica de alturas de la ruta, además de algunas fotos.
Siguiendo los pasos, aunque muy de lejos, de los compañeros de BttBadalona, me había planteado el reto de llegar a Sitges saliendo desde casa. A las 8:15 ya estaba de camino y el primer puerto era el Tibidabo, así que Pg Valldau arriba y la pista de leprosos hasta Vista Rica y después de llegar al Tibidabo, descenso rápido hasta Sant Feliu. De allí se cruza por carretera hasta Sant Vicenç dels Horts, donde se sigue el GR-92 hasta la urbanización de Cesalpina, donde se deja el GR y se continua por la pista principal hasta Sant Climent del Llobregat. Se sale de esta población por la pista de Can Colomer dels Escarbats, pasando por el Puig D'Endi hasta la Roca del Barret, donde encontramos una pista que si seguimos a la izquierda nos lleva a Begues rápidamente. Continuamos por una pista principal que nos lleva a la Plana Novella, donde esta la casa modernista del mismo nombre. En este punto tuve una avería que podía haber frustrado mis intenciones de acabar en Sitges, pues perdí un tornillo de una cala de la bota, con lo cual me había quedado inservible, pero tuve la suerte y encontré la aguja en el pajar y recuperé el tornillo que pude volver a poner sin problemas y acabar la ruta. Pero antes tuve que pasar la Creu del Morsell y ascender al Coll de la Fita. Y desde allí descenso rápido y prolongado hasta la ciudad de Sitges sin apenas dar un pedaleo más. En total 7 h de bici, y la Santa Coloma-Sitges cumplida. La he hecho solo, pero sin todos vosotros, que me acompañáis muchos días, no hubiera sido posible, ¡gracias!
Puedes bajarte el track aquí

La ruta de hoy ha sido lo "más menos" anárquico del mundo. Como todos los días que tenemos fiesta Mac y yo deberíamos haber quedado, pero no dispuse de teléfono hasta bastante tarde y no pude hablar con él. En esta situación yo me había preparado algunos tracks por si... uno de Aiguafreda a Collformic, otro de Collformic a Badalona pasando por Pla de la Calma, Cànovas, Cardedeu, La Roca del Valles. La idea era probarme en la subida de Aiguafreda y si estaba bien continuar hasta Cardedeu para volver en Renfe. La cuestión es que una vez en Collformic decidí continuar hasta la Calma, y de ahí a Cànovas pasando por el pantano de Vallfornes. De Cànovas he continuado por Cardedeu hasta La Roca. Una vez allí, viendo que tenía piernas todavía continué por el lateral del río Mogent hasta la Urbanización Les Roquetes, y por el PR-36 hasta la ermita de Sant Bartomeu. He continuado por el GR-92 pasando el Dolmen de la Roca d'en Toni, La Creu de Can Boquet, La Carretera de la Cornisa, el Turó de Galzeran y finalmente el "descenso" desde la Fundació hasta Cal Dimoni. En total 84 kilometrazos y el nacimiento inesperado de la segunda ruta épica tras la Translitoral, y eso que había otras que nos llevaban bastante tiempo dando vueltas a la cabeza, como la BCN-Montserrat, Badalona-Sitges, etc...
Bajate el track o ver la captura de pantalla de los datos gps y ruta sobre el mapa aquí, o la gráfica de alturas.

Después de tres años disfrutando de mi bici, ha llegado el momento de que pase a otras manos y deje lugar a mi 4ª bicicleta de mi epoca adulta. Primero una Coluer, después la Decathlon, que aún conservo y por último mi querida Trek. Ahora era el momento que mejor me funcionaba la bici desde que la tengo, las mejoras habian conseguido que el conjunto fuera de mi agrado, pero la irrupción de un comprador lo precipitó todo. Así pues ahora estoy deshojando margaritas hasta septiembre, que será cuando compre la nueva, cual será la elegida? Toca esperar

Parece poco ¿no? Una ruta de apenas 12 Kilómetros no merecería una entrada en el bog si no fuera por un pequeño detalle: la nieve. Ya sé que mister Verdejo coronó en su día el mortirolo nevado pero os aseguro que, en esta ocasión, no hubiera sido capaz de hacerlo más que arrastrando la bici.
El caso es que amaneció el día soleado tras la tormenta del día anterior. A primera hora las calles estaban heladas y pensé que no era buena idea irme solo a disfrutar de la nieve. Finalmente no pude resistir la tentación. La subida hasta montigalá bien, gracias. La riera canyadó tenía aún restos de nieve y hielo cuando subía, pero nada especialmente complicado. Al llegar a los pies de la cruz de Montigalá, empieza la ruta “forestal” y la cosa cambia completamente. No han pasado máquinas quitanieves, ni coches y a medida que subo, suben las nieves acumuladas. Antes de llegar a la Pineda tengo que bajarme de la bici en más de una ocasión. Cierto es que hice un rodeo para disfrutar del paisaje, metiéndome por varias de las pistas que suben y bajan. Más cierto es que nunca me había costado tanto llegar a mi punto de reunión tradicional.
Por el camino me encuentro con caminantes y con más ciclistas de lo habitual para un día laborable. Un chaval con la moto de trial se lo pasa teta. Anda que no ha de ser divertido hacer la cabra (si sabes) con esas motorracas por la nieve. Camino a Sant Jeroni, unos cuantos árboles han caído justo antes del desvío para subir a las ermitas (una lástima). A esa altura ya voy semi-petao. Y es que hace meses que no salgo en bici, y pedalear con nieve es un plato fuerte para empezar (y eso que me paro veinte veces para hacer fotos, porque la bici patina, por culpa de el maldito tabaco…) Pero el espectáculo vale la pena. Toda esa zona que tenemos tan aburrida y “sobada” es como si de pronto la hubieran transformado en un lugar diferente, mágico y a la postre, especialmente “cabrón” para pedalear.
Si las pistas de montigalá estaban chungas, la que sube hasta la Vallençana desde Sant Jeroni ya ni os digo. Noventa por ciento a pie. Desde el desvío de la cadena, como mucho habré pedaleado 100 metros en total. (La primera rampa casi la consigo completar!). Era un día para disfrutarlo a pie. Pero la tentación de subirte a la bici… Como dice el Verdejín, eso es “la esencia de la mountainbaik!”. En la Vallençana, se había acumulado tal cantidad de coches y de nieve que los conductores estaban literalmente “atascados”. Nadie podía entrar o salir de la zona de “picnic” y mucho menos maniobrar para volver a casa. Yo, con mi pequeña WRC, me hice las fotitos y me colé fácilmente para descender por la carretera.
Siento no haber podido disfrutar de la experiencia con mi Juanico. Me hubiera divertido verle “encabronarse” con las cuestas llenas de nieve, subiéndose y bajándose de la bici cada 6 metros para tratar de hacer su pequeña “gesta” personal. Me lo imagino perfectamente. Pensé mucho en ti, chaval. La experiencia hubiera sido, seguro, mucho más gratificante con tu compañía.












